domingo, 7 de junio de 2015

Tema 6: El coltán, una riqueza maldita

El coltán es un mineral formado por columbita (Nb2 O6) y tantalita (Ta2 O6). De ahí el nombre del mineral: COLumbita - TANtalita ----> COLTÁN Los elementos que lo forman son el hierro, manganeso, niobio y tantalio. 



Es muy escaso en la naturaleza, pero es crucial para el avance tecnológico. Es imprescindible a la hora de fabricar componentes electrónicos avanzados, de ahí, el problema con este valioso mineral. También lo llaman el oro gris, para hacernos una idea del valor que tiene.

Microelectrónica, telecomunicaciones e industria aeroespacial son algunas de las aplicaciones de este mineral. El Coltán tiene una capacidad de conducción 80 veces superior al Cobre, es muy resistente a altas temperaturas y no se oxida. Es el componente fundamental para que todos los circuitos integrados cada vez sean mas pequeños y funcionen mejor. Gracias al Coltán por ejemplo, los teléfonos móviles cada día son mas pequeños y tienen mas usos, los portátiles son menos pesados, las pantallas de los televisores son planas y los coches se equipan con GPS. Hoy en día, sin Coltán un avión no podría ni despegar. Incluso los misiles, los satélites y la carrera espacial no existirían sin Coltán.

La República democrática del congo posee el 80% de las reservas de coltán según la opinión mayoritaria. El otro 20% se reparte en los países de Brasil y Australia. Como este mineral está considerado como recurso un no renovable altamente estratégico, existe una guerra en el Congo desde 1998 por el control de los yacimientos. Según las Naciones Unidas, el Ejército Patriótico Ruandés ha montado una estructura para supervisar la actividad minera en el Congo y facilitar los contactos con los empresarios y clientes occidentales. Traslada el mineral a Ruanda donde es procesado antes de ser exportado. Los destinatarios finales son Estados Unidos, Alemania, Países Bajos, Bélgica y Kazajistán. Esta guerra, directamente relacionada con la explotación de este mineral, arroja un saldo de más de 5,5 millones de víctimas, lo que supone el mayor número de muertes desde la Segunda Guerra Mundial.

Ruanda y Uganda, han sido acusados en varios informes internacionales, del expolio y tráfico de estas riquezas minerales del Congo. Siendo varios países occidentales los principales beneficiarios, la ayuda económica y militar continúa durante el conflicto. Se firmaron planes de apoyo y cooperación entre Estados Unidos y estos dos países, los cuales además de enriquecerse con el tráfico del mineral, vieron cómo parte de sus deudas externas fueron canceladas y se los consideró como modelos de desarrollo económico de la región. Durante los años transcurridos hasta hoy han disputado la guerra dos bandos: de un lado Ruanda, Uganda y Burundi, apoyados por EEUU y los créditos del FMI y el Banco Mundial, y del otro lado, Angola, Namibia, Zimbabue, Chad y las milicias de hutu y Mai.

La explotación del coltán, especialmente en Congo, ha ocasionado diversas polémicas sobre las posibles consecuencias a nivel social y ambiental. La explotación de este recurso ha alimentado conflictos armados entre facciones locales, apoyadas, en algunos casos, por gobiernos extranjeros como el de Uganda. Esto plantea un dilema moral similar al de la comercialización de diamantes de guerra. Otras preocupaciones derivadas de la extracción del coltán pasan por la explotación laboral de los trabajadores que participan en la misma o la destrucción de ecosistemas, pues los principales yacimientos coinciden con los hábitats de gorilas en peligro de extinción.

La ocupación ruandesa del este del Congo ha significado que la República Democrática del Congo haya sido incapaz de explotar este recurso en beneficio propio. Un informe reciente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha reportado que una gran cantidad de este mineral está siendo explotado de forma ilegal y trasladado de contrabando a través de las fronteras por milicias de las vecinas Uganda, Burundi y Ruanda. Se estima que el ejército ruandés ha tenido un beneficio de como poco 250 millones de dólares en unos 18 meses de venta de coltán. Sin embargo, estas estimaciones son difíciles, puesto que Ruanda tiene sus propios depósitos de coltán, haciendo que el mineral adquirido mediante el contrabando sea difícil de identificar.

El contrabando de coltán también se ha identificado como la mayor fuente de ingresos para la ocupación militar del Congo. Debido a la creciente presión pública, algunos fabricantes de aparatos electrónicos han decidido dejar de lado esta zona del mundo como fuente de coltán, y dirigirse a otras fuentes como las nombradas al principio: Brasil y Australia.

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